La Danza del Vajra es una forma de meditación única que armoniza la energía del individuo. Es llevada a cabo por doce danzantes sobre un Mandala que representa la Tierra, el macrocosmos, en el cual encuentra correspondencia el microcosmos de las existencias individuales.

Los danzantes mueven sus pasos apoyándose en las melodías de los mantras, siguiendo una práctica contemplativa de plena conciencia que incluye el cuerpo, la energía y la mente. El cuerpo se encuentra inmerso en la precisión de los movimientos, la exactitud del ritmo y el intercambio con los otros danzantes; la energía, un nivel más sutil, viene integrada a través del mantra; la mente, un nivel todavía más sutil, está integrada en el estado de contemplación.

La dulzura de su ejecución y el mensaje instantáneo son característicos del sendero del Dzogchen.